sábado, 21 de mayo de 2016

La convergencia de medios y la construcción de nuestra huella digital

A medida que vamos desarrollándonos como personas vamos configurando diferentes huellas digitales a lo largo de nuestra vida. Cuando nos encontramos por ejemplo en la adolescencia nuestro perfil público es muy espontáneo y relajado hasta cierto punto despreocupado. Digamos que nos mostramos tal y como somos mostrando nuestro intereses y hobbies de ese momento en particular.Nos mostramos ante nuestro círculo más cercano sin poses ni caretas. Las imágenes que publicamos son generalmente en plan de broma y poco estudiadas. A medida que pasamos de una edad a otra: el ingreso a la vida universitaria y/o laboral y en concordancia a la entrada a la madurez somos más conscientes de la huella digital que tenemos en sitios web y redes públicas. Nuestro perfil y nuestras comunicaciones adquieren un halo más formal y "serio" pues pasamos de la despreocupación total de edades más tempranas que veíamos nuestro perfil en internet más como juego y/o una especie de competencia con nuestros pares o compañeros por quien se muestra como más divertido y quién puede llegar a ser el más popular en el grupo. A medida que nos hacemos grandes nos hacemos más responsables y conscientes de nuestro actos en sociedad. Si enfocamos la red Internet como un entorno de interacción social y comunicativa, llegamos al convencimiento que todo lo que subamos, digamos, proyectemos nos configuran como perfil público que está a la vista de todas las personas que entren a las redes y sitios donde están publicados nuestros datos. Es en ese contexto, que nos convertimos en personas más cautas, más precavidas y en suma más prudentes. Nuestra comunicación se modifica considerablemente y se refina, se formaliza pues nuestra imagen personal adquiere mayor prioridad pues coincide con los cambios de vida que tenemos. Ya sea porque somos parte de una institución formativa o de una empresa u organización donde desempeñamos una función laboral, cuidamos mucho más los detalles, existe un esfuerzo por mostrar nuestra mejor imagen a los demás ya sea por seguir avanzando en la carrera laborar e ir escalando posiciones de trabajo mejores. En el mundo académico, nos empezamos a cuidar de nuestro entorno habitual: docentes, compañeros, tutores, etc. Muchos especialistas en el tema señalan que una persona por general separa su vida personal de la vida acadèmica y/o profesional. En la primera, no es necesario mostrar mucha formalidad y restricciones mientras que en la segunda, la norma es ser muy serio y responsable con nuestra imagen. Considero que todo extremo es peligroso. El tener un espacio personal no significa proyectar una imagen tan despreocupada a vista de los demás. Es necesario que manejemos con prudencia las comunicaciones e imágenes que proyectamos o subimos por ejemplo a las redes pues todo ello es como una cadena. A pesar de cerrar el circulo de amistades, una de ellas podrìa publicar fotos y mensajes a sus propios contactos y asi la cadena se multiplica y podría llegar a quien ni siquiera nos imaginamos que pueda recibirlos. El cuidado del lenguaje y no exponer toda nuestra vida como si fuera un cristal es fundamental para mantener una adecuada huella digital. Los peligros en nuestra seguridad y prestigio personal que conlleva publicar nuestra vida entera en las redes nos hace presa de la delincuencia, de los delitos informáticos y del chantaje y acoso. Las redes de comunicación en los ultimos años han crecido mucho y cada vez hay más y más usuarios de ellas pero es importante mantener un adecuado uso de las mismas sin excesos ni exageraciones de ningun tipo pues de una experiencia agradable se podría convertir en una pesadilla que nos acecha continuamente.

No hay comentarios:

Publicar un comentario